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Miércoles, 11 de noviembre de 2015
Un nuevo estudio firmado por investigadores de la Facultad de Medicina Rutgers de Nueva Jersey hace una importante aportación a la identificación de personas vulnerables que pueden beneficiarse especialmente de intervenciones de salud mental. En este caso, los autores advierten que la tasa de suicidio se triplica en la población de pacientes con cáncer de cabeza y cuello. Sus datos se han dado a conocer en la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery.
El suicidio, recuerdan los autores de este trabajo, es una causa de muerte significativa en la mayor parte de los países occidentales, la décima en Estados Unidos. En los pacientes con cáncer, el riesgo de suicidio es aún más elevado.
Un equipo dirigido por Richard Chan Woo Park examinó la tasa de incidencia, tendencias y factores de riesgo de suicidio en pacientes con cáncer de cabeza y cuello. Emplearon datos del programa Vigilancia, Epidemiología y Resultados (SEER). En total, se registró la información de 350.413 casos de cáncer de cabeza y cuello entre 1973 y 2011. El análisis de los datos se llevó a cabo en 2014. Se calcularon los datos de incidencia del subgrupo que tenía “suicidio y autolesiones” como causa de muerte.
Entre los 350.413 casos, se identificaron 857 suicidios. Comparada con la tasa de suicidio de la población general, los investigadores observaron que esta población de pacientes tiene una incidencia de suicidio tres veces mayor. Las tasas fueron mayores entre las personas tratadas con radiación únicamente frente a aquellos que se sometieron sólo a cirugía.
La situación es particularmente grave en los pacientes con cáncer hipofaríngeo, entre los cuales la incidencia se multiplica por 12 y aquellos con cáncer de laringe, con una tasa de incidencia cinco veces superior a la de la población general. “Es posible que haya un vínculo con estas localizaciones anatómicas por su relación con la capacidad de hablar y tragar. La pérdida de estas funciones puede afectar de forma drástica a la calidad de vida de los pacientes. Es posible que las mayores tasas de traqueostomía y disfagia, así como gastrostomía, sean factores exacerbantes en las mayores tasas de suicidio registradas entre estas personas”, concluían los investigadores.
“Si bien hay un nutrido volumen de investigación que examina los resultados de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello en términos de supervivencia, debería dedicarse más esfuerzo a la carga psicológica del cáncer y sus tratamientos, así como la morbilidad que provocan en los pacientes”, añadían.