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Un programa multifactorial y con arraigo en la comunidad sí reduce los intentos de suicidio.

Miércoles, 14 de octubre de 2015

Las localidades en las que se ha implantado el programa Garrett Lee Smith para la Prevención del Suicidio caracterizado por su abordaje multifactorial, tienen menores tasas de episodios suicidas, según un reciente análisis.

Este programa preventivo, también conocido por sus siglas (GLS), se ha asociado con menores tasas de intentos de suicidio en la población de edades comprendidas entre los 16 y los 23 años cuando se compara con localidades en las que se han elegido otras fórmulas, según advierten los autores de un reciente estudio publicado en JAMA Psychiatry.

El programa GLS empezó a implantarse en 2005 en ciertas localidades, comunidades tribales y campus universitarios de Estados Unidos. En líneas generales, se trata de actividades que implican a diferentes actores y abordan diferentes facetas: educativas, formativas, de cribado e información pública, de reconocimiento de tendencias suicidas y formación en materia de intervención y apoyo a los individuos afectados.

Para la evaluación de los resultados del programa, un equipo de investigadores encabezado por Christine Walrath, de la consultora ICF Internacional (Nueva York), estudió los resultados de los programas de prevención basados en la comunidad de 46 estados y 12 comunidades tribales del país, comparando 466 condados en los que el GLS se puso en marcha entre 2006 y 2009 (considerados condados “de intervención”) con 1.116 condados en los que dicho programa no se implantó  (considerados condados “control”).  El análisis incluyó a 57.000 individuos en la rama de intervención y a 84.000 controles. Las tasas de intentos de suicidio en cada zona geográfica se obtuvieron a partir del Sondeo Nacional sobre Salud y Empleo de Fármacos.

Los autores vieron que los condados en los que las actividades preventivas eran parte del programa GLS tenían menores tasas de intentos de suicidio al año desde su puesta en marcha considerando la población de 16 a 23 años, una reducción que estimaron en 4,9% menor índice por cada 1.000 jóvenes.

“Si bien no puede definirse un efecto causal de nuestro estudio debido a la falta de una asignación aleatoria en su diseño, estos resultados sugieren que se evitaron más de 79.000 intentos de suicidio entre 2008 y 2011 con la implantación del programa GLS. Estos hallazgos tienen implicaciones significativas en términos de salud pública, específicamente, en los programas para la prevención del suicidio y en los métodos para reducir la morbilidad y la mortalidad asociadas a las conductas suicidas. Además, sugieren que los programas basados en la comunidad proporcionan una hoja de ruta a la reducción de los intentos de suicidio y a los fallecimientos por esta causa”, rezan las conclusiones de esta investigación.